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¿Qué diferencias existen entre las bombillas LED e incandescentes?

Al querer comprar bombillas, leemos recomendaciones de si mejor comprar bombillas led por todas sus ventajas, o si será más barato comprar bombillas normales. Para que sepas en qué se diferencian una bombilla LED de una bombilla eléctrica antigua, hemos recogido sus siete diferencias principales.

 En el mercado existen infinidad de tipos de bombillas, pero cuando hablamos de iluminación incandescente, luminaria incandescente, o luces incandescentes, nos referimos a la bombilla de luz normal. No confundir con focos normales, o el foco de la bombilla. Y, aunque lo escuchamos pronunciar de muchas maneras distintas, no escribimos lámpara incandescente, ni foco incandescente, ni linterna normal, ni lámparas de antes: es una bombilla normal, una bombilla incandescente.

Eficiencia energética (consumo)

 Uno de los apartados que más nos interesan al querer comprar bombillas, es conocer cuál es su eficiencia energética, cuál es su relación entre potencia y luminosidad. Es decir, cuánto es su consumo, cuánto gasta cada tipo de bombilla para emitir luz.

 Este es uno de los apartados más evidentes entre las diferencias: las bombillas led son mucho más eficientes, su consumo es muchísimo más bajo, que las bombillas incandescentes. ¿Cuál es el motivo? Por el proceso que tienen cada una para la generación de luz, por su electroluminiscencia.

 Un diodo LED transforma entre el 80% y el 90% de la energía consumida en luz pero en cambio una lámpara tradicional incandescente convierte en luz entre un 10% y un 15%. ¿Qué sucede con el resto de energía que, en el caso de las bombillas normales, alcanza la franja de entre el 85% y el 90%? Pues que se pierde en forma de calor, no se aprovecha. La conclusión es evidente: el ahorro que supone utilizar luz LED equivale, aproximadamente, al 80-90% del importe de la factura de la luz.

Equivalencia de wattios

 Lumen es la cantidad total de luz visible en una dirección o en un ángulo proyectada sobre una superficie. Con el lumen (lm) como referencia, una bombilla LED de 1W genera los mismos lúmenes que una bombilla incandescente de 10W. Con 10 vatios de una bombilla LED conseguimos entre 800 y 980 lúmenes, pero una luz incandescente necesita entre 60 y 70 vatios para alcanzar la misma cantidad de luz.

Tecnología

 Las bombillas incandescentes generan luz a través del calentamiento de un filamento metálico de wolframio, o de tugsteno, mediante el efecto Joule cuando una corriente eléctrica circula a través de ese filamento. La mayor parte de la electricidad que recibe esa lámpara de wolframio se transforma en calor y, finalmente, sólo alrededor de un 15% de la energía transmitida se convierte en luz.

En cambio, las bombillas LED utilizan diodos emisores de luz, leds, como fuente lumínica. Las lámparas LED se fabrican agrupando led de mayor o menos densidad. Según esa densidad la potencia lumínica, y su calidad, será mejor o peor, pero siempre por encima de las bombillas incandescentes normales.

Precio

 Al comprar bombillas, o cualquier otro material eléctrico, la diferencia de precio es un factor determinante. Habitualmente, casi siempre escogemos la bombilla más barata, la luz con el precio más bajo.

 En este caso la bombilla LED es mucho más cara que una bombilla normal, llegando a tener un precio por encima de más del doble. Pero debes tener en cuenta que la lámpara LED, por su bajo consumo, alcanza un ahorro del 80% en la cantidad de factura de la luz. Y además, por su larga vida útil, apenas nos gastaremos en reemplazar las bombillas, que durarán más tiempo y así, al final, pagaremos menos y nos resultará la opción más barata.

Modalidades de diseño entre las bombillas LED y las tradicionales

 En la actualidad, las opciones de diseño sólo se limitan a la creatividad de los propios fabricantes, o a nuestra propia imaginación. En este aportad, la tecnología LED permite más posibilidades, y llegar más lejos, que la iluminación tradicional.

 Los LEDs pueden cambiar de color sin añadir ningún filtro, al contrario de las bombillas normales. También tienen más facilidades en diferenciarse por el tamaño, y muestran una mayor gama de rangos en la temperatura de color para generar justo el ambiente que estemos buscando para cada espacio. Ya en la actualidad existen bombillas LED que imitan el filamento, la estética, de las bombillas antiguas.

 Por si fuera poco, a todas estas ventajas y diferencias, la tecnología LED permite incorporar la domótica, el control desde la distancia, de su funcionamiento.

Eficiencia medioambiental

 Respecto a la conservación de la naturaleza, y a la protección del medio ambiente, hay que destacar que los tubos fluorescentes tradicionales contienen mercurio, un peligroso y potente agente contaminante. Cuando los desechemos, hay que depositarlos, responsablemente, en los lugares de recogida adaptados específicamente para ellos, y así evitar los perjudiciales efectos tóxicos de su contaminación.

 En cambio, el 99% de los componentes de las bombillas LED son reciclables, se pueden volver a reutilizar en nuevos procesos de fabricación, no contienen mercurio (fundamental) y tampoco generan contaminación por infrarrojos.

Vida útil, ¿cuánto duran?

 La vida útil, aplicando a la iluminación, se refiere al tiempo que una bombilla funciona a pleno rendimiento, con toda la eficiencia, y no cuánto tiempo se tarda hasta fundirse la bombilla.

 La vida útil de una bombilla LED está entre 20.000 y 50.000 horas de vida, unos 6 años aproximadamente. En cambio, la bombilla incandescente tiene una vida útil estimada de alrededor de 2.000 horas. Es el apartado donde las diferencias son más abultadas y contundentes a favor de las bombillas LED.

 Las luces LED no tienen filamentos que puedan estropearse por haberse fundido, se van degradando a lo largo del tiempo a causa de la temperatura, o de la humedad en el ambiente, que soportan.